SVALBARD: el lugar POBLADO más al norte de la TIERRA
Svalbard es el lugar poblado más al norte de la tierra. Este archipiélago se encuentra entre los 74º y los 81º de latitud norte… es decir, al lado del Polo Norte.
Lo componen varias islas, de las cuales, la más grande y la única habitada es Spitsbergen. Pertenece desde 1920 al Reino de Noruega.
[bctt tweet=”En Svalbard te encuentras con que lo que tienes más cerca es aquello que siempre estuvo lejos: el Polo Norte”]
El viajero que llega a Longyearbyen, su ciudad principal, a 78 º N, se encuentra nada más salir del aeropuerto con una señal que le indica que lo que tiene más cerca es aquello que siempre estuvo muy lejos.
Gracias a esta fabulosa localización, Svalbard fue en el pasado el lugar de salida de varias expediciones que buscaron conquistar el Polo, siendo la de Roald Amundsen en 1926 la primera en lograr sobrevolarlo.
Esa es la razón por la cual, esta ciudad de apenas 2000 habitantes, un antiguo asentamiento minero, recibe, cada vez con más frecuencia, aviones cargados de viajeros con el ansia de pisar el lugar más extremo en el que van a poder poner sus pies.
y poder decir que han visto la “loquesea” más al norte de la Tierra. Como es el caso de su iglesia, que ostenta ese curioso record.
Pero la vida en Svalbard no es fácil. Pese a tener un clima sorprendentemente benévolo (provocado por la corriente marina del Golfo, cálida), alcanzando unos -15ºC durante el invierno (otras zonas se encuentran a -40ºC), este lugar muestra que el hombre se encuentra aquí en uno de los extremos de habitabilidad. Muestra de ello es la presencia de casi tantos poblados abandonados como poblados habitados (en total 4, tres de ellos sin superar los 40 habitantes)
En primer lugar, debido a su latitud, es el lugar de la Tierra que permanece sumido en la noche polar durante más tiempo, alcanzando casi los tres meses. Hablando con lugareños, ellos mismos reconocen que durante ese tiempo hay mayor predisposición a las depresiones y las “crisis de tristeza”.
Pero eso es solo una de ellas… Señales como esta, repartidas a lo largo de los escasos 15 kilómetros de carretera nos avisan de que esta tierra es, realmente, el hogar de otros seres. Seres que resultan un peligro evidente para los humanos: los osos polares.
Esto hace que, toda expedición fuera de zona poblada exija la presencia de un elemento imprescindible: un arma. Ya sea con un guía, ya sea con un arma propia (alquilada allí gracias a un permiso de armas).
Pero tranquilos. El oso polar se encuentra, principalmente en las zonas este y norte de Svalbard, donde el hielo abunda más debido al poco efecto de la corriente del Golfo, con lo cual es algo muy excepcional encontrárselo cerca de Longyearbyen. No obstante, hay historias reales trágicas que los lugareños cuentan para prevenir para los nuevos y temerarios visitantes.
Pero… ¿merece la pena ir a Svalbard?
La respuesta es un rotundo SI.
Este lugar, hace sentir al viajero una sensación de estar transportándose a otra tierra, a otra era.
Desde meterse en las gargantas profundas de sus glaciares a través de cuevas de hielo,
hasta cruzar inmensos valles con un inevitable aire prehistórico, en los cuales parece que en cualquier momento va a aparecer una manada de mamuts.
Tierra totalmente libre de vegetación, un desierto de limpia y gélida blancura bañada por una luz…
…una luz que se escapa a otras luces antes vistas. Una luz fría, una luz ártica, azul penetrante, que hipnotiza y apenas calienta.
Es, a parte uno de los pocos lugares a los que poder ir de expedición en moto de nieve para ver al oso polar, como la aventura que viví yo y cuento en esta otra entrada.
Esa es la luz del día cuando el día se deja ver en Svalbard, pero… las noches encierran otro secreto al intrépido viajero que se quiera aventurar en sus temperaturas nocturnas extremas.
Y es que Svalbard es uno de los lugares privilegiados para poder disfrutar con más intensidad del gran milagro de las luces del norte: la Aurora Boreal.
Esto es solo un pequeño comienzo de lo que vi, sentí y experimenté en Svalbard. En siguientes entradas os hablaré de curiosidades como que en esta isla está prohibido morirse o que aloja el “Arca de Noé” de la biodiversidad planetaria y os explicaré cómo se llega, cuánto cuesta y qué cosas se pueden hacer en ella.
Svalbard es una aventura que debes vivir al menos una vez en tu vida. Y no puedo decírtelo más de corazón.
Si quieres saber qué cosas puedes hacer, ver, experimentar en Svalbard, así como toda la info útil para viajar a la isla del fin del mundo, te lo cuento en esta otra entrada.
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En las fotos de los valles de montañas heladas, parece que el cielo va a tocar con el suelo de un momento a otro. Cómo me gustan los paisajes extremos! esperando los siguientes posts estoy 🙂
Hola Marina… Buf, exactamente, es esa sensación. Parece que todo se va a fusionar con todo!!!!
Por cierto!! Esta tarde a las 7 en Príncipe de Vergara daré una charla sobre Svalbard junto a otros compañeros que hablarán de Islandia, Groenlandia… Por si puedes!!!
Qué frío me ha dado. Increíble, Dani. Un lugar único en el mundo. Un abrazo 🙂
¡deseando saber esta tarde más!
Jeje, frío hipnotizador!!! Un besin Patri!!!!