Última actualización 28/06/2023 por Dani Keral
¿Conoces algún lugar del mundo cuya construcción principal, aquella que domina el entorno que la rodea, sea un Granero Real? ¿Y alguno cuyo nombre haya pasado a la historia por la denominación de uno de sus vinos y haya incluso aparecido en el título de un relato de Edgar Allan Poe?
Como podrás imaginar, me estoy refiriendo al pueblo de Montilla, en Córdoba, una pequeña población situada en la Campiña Sur andaluza, rodeada de viñedos y olivos. Hoy vamos a ver qué hacer y qué ver en Montilla, y para ello voy a darte unos datos que picarán tu curiosidad:
- La segunda bodega más antigua de España se encuentra en Montilla.
- En Montilla nació un personaje muy relevante de la historia de España
- Montillano de adopción fue un pintor maestro de Picasso, subdirector conservador del paseo del Prado y pintor de la corte.
- Una de las pastelerías más antiguas de España se encuentra en Montilla sobre un antiguo convento y cada año recibe un pedido de la Casa Real.
- En Montilla se encuentra uno de los proyectos enológicos más galardonados de la península que aúna arte, ecología y sostenibilidad.
¿He picado tu curiosidad? Pues espera, que esto no es más que el principio.
Índice de contenidos
Qué hacer y qué ver en Montilla, a un paso de Córdoba
Corría el año 1846 cuando Edgar Allan Poe, a punto de entrar en su declive vital, publicó «el barril de amontillado», un relato de suspense con una bodega como lugar clave de la historia. En ella, el protagonista utiliza un tipo de vino para hacer hablar al sujeto contra el que clama venganza. Ese vino es el amontillado, un vino de alta gradación alcohólica, nacido en la zona de Montilla en el siglo XVIII.
Que Montilla y su vino hayan llegado a formar parte de un relato de uno de los escritores americanos más importantes de la historia no es casualidad: esta es una tierra generosa, como sus vinos, poblada de colinas, viñedos y olivos, con múltiples relatos escondidos entre sus paredes. Hoy vamos a ir descubriendo todos ellos en diferentes secciones desgrananando, racimo a racimo, todo lo que hay que ver en Montilla.
Montilla y la gastronomía.
Hablar de Montilla es hablar de vino, aceite y comida. Con su Denominación de Origen propia (Montilla-Moriles) la región de Montilla es una de las más importantes de España en producción vitivinícola.
Vinos de Montilla
Uno de los principales atractivos y el núcleo en torno al cual gira todo lo que hay que ver en Montilla son sus bodegas y lagares (para el que no lo sepa, un lagar es como una bodega pero de producción más reducida, de tipo familiar). En los últimos años el número de lagares se ha reducido notablemente (de casi 100 a 8) por lo que es una experiencia casi exclusiva poder disfrutar de una visita a uno de estos establecimientos.
En Montilla hay numerosas bodegas históricas, yo voy a hablaros de un par de ellas, Bodegas Alvear y Bodegas Pérez Barquero.
Bodegas Alvear
Esta bodega, fundada en 1729, es la 12ª más antigua del mundo, la 2ª de España y la 1ª de Andalucía (otra de las veteranas andaluzas es Bodegas Osborne, en El Puerto de Santa María)
. Pertenece a la familia Alvear y en su bodega La Monumental, diseñada por un discípulo de Eiffel, se encuentran 5027 botas de vino. Entre sus productos, los tradicionales finos y amontillados creados a partir de uva Pedro Ximénez, se encuentran varios vinos galardonados a nivel nacional. La visita de la Monumental (la cual recomiendo, es de los espacios más espectaculares que he visto) se puede hacer a través de un tour guiado llevado por la empresa Bacus, que organiza otras actividades en la zona.
Bodegas Pérez Barquero
Las Bodegas Pérez Barquero es otra de las grandes protagonistas de Montilla, con su precioso recinto que, aunque no alcanza la antigüedad de Alvear, también se presenta como un lugar merecedor de una visita, sobre todo por la cata de alguna de sus productos, con varios premios de calidad a sus espaldas.
Lagares de Montilla
En cuanto a lagares, voy a mencionar algunos de los que recomendaría para su visita, situados todos en la zona de la sierra de Montilla. Estos son el Lagar Blanco, el lagar la Primilla y el lagar Los Raigones.
Lo primero que atrae de ellos es su localización: en mitad del campo cordobés, rodeados de colinas y viñedos, el entorno transmite una sensación de paz, como si se estuviese en una pequeña Toscana. Después, al entrar se descubren los pequeños matices que cada uno le imprime a sus productos. De esta forma encontramos vinos dedicados al patriarca de la familia, como es el caso de Raigones, o las diferentes formas de cuidado y tratado del vino que hacen que un mismo tipo de uva (PX) dé sabores y sensaciones muy diferentes.
El oficio de la Tonelería
Como extra al mundo del vino, algo que puede interesar a ciertas personas es la visita a una de las tonelerías donde se fabrican los recipientes que después contendrán el valioso líquido montillano. Una de ellas es la Tonelería Juan del Pino.
Aceite de Montilla
El aceite es otro de los principales elementos gastronómicos de la zona. Una de las almazaras que se pueden visitar es la del Molino Juan Colín. Conocida también como aceites Bellido, esta empresa surgida en 1977 como horno de pan, pasó pocos años después a la producción del aceite de oliva virgen extra, el cual se puede catar en el museo construido en sus instalaciones.
Cerveza artesanal
En Montilla no solo hay vino, también está presente la cerveza. En este caso, una joven empresa, cervezas Capitán, ha iniciado un proyecto de productos artesanos que espera poder hacerse hueco en un lugar donde el vino es el principal protagonista. Con ganas de triunfar y calar hondo en el corazón montillano, se encuentran desarrollando un experimento en el que utilizan antiguos toneles de vino para la creación de una cerveza distinta, nunca antes elaborada de esta forma.
Confitería Manuel Aguilar
La pastelería Manuel Aguilar es otra de las decanas de Montilla. En 1886, la familia Aguilar creó esta pastelería sobre un antiguo convento. Con una producción que abarca hasta 300 tipos de dulces, las lenguas, el pastelón, los afajores y las tejas son algunos de sus productos más requeridos (la Casa Real solicita anualmente un pedido de sus deliciosas tejas).
Montilla y la historia
Montilla no existía como tal en época romana. Su terreno era ocupado por villas vinculadas a los pueblos cercanos de Aguilar, Montemayor y Espejo. Se funda como tal en el siglo XIII y hasta 1371 no se consolida como municipio independiente. Para conocer sobre su pasado se puede visitar el Museo Histórico Local, donde se exponen piezas arqueológicas de diferentes épocas. El ayuntamiento ha creado una ruta heráldica que recorre los diferentes escudos presentes en las fachadas de Montilla.
El Castillo-alhorí de Montilla
Uno de los elementos principales de su historia es el edificio que corona la colina sobre la que está construida la localidad y que hace única a Montilla: el granero real o Castillo-Alhorí de Montilla. Edificado en 1722 sobre el antiguo castillo (derribado en 1508 por orden de Fernando el Católico como castigo al primer Marqués de Priego), el imponente edificio tiene en cada una de sus esquinas unos pequeños torreones que sirven como memoria al antiguo castillo (del que quedan algunos restos en la parte baja de la colina). El hoy llamado «Castillo de Montilla» va a servir para el emplazamiento de un museo dedicado al oro fermentado que baña estas tierras.
Entre los personajes ilustres que nacieron o habitaron Montilla se encuentran, entre otros, el Gran Capitán, un importante militar y político del siglo XV, el escritor e historiador peruano el Inca Garcilaso de la Vega, cuya casa-museo es una de las principales atracciones de la localidad y José Garnelo, pintor de la corte y subdirector del Museo del Prado, el cual tiene un museo dedicado a su obra y figura.
Montilla y el arte
Museo Garnelo
Con un pintor como Garnelo por Montilla es normal que la ciudad vibre en torno al arte. Para aquellos que no conozcan la obra de este autor tienen la oportunidad de sorprenderse con la múltiples caras estilísticas de este artista, natural de Valencia, en el Museo Garnelo. Este es un espacio donde la cultura vibra por todos sus poros, el cual está compartido con la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque. Sin duda uno de los lugares más interesantes que hay que ver en Montilla.
Arte en las calles
Pero el arte también sale a las calles de la localidad. La historia y vida de Montilla se puede disfrutar en sus fachadas en forma de inmensos murales, creados por la joven artista argentina Gisele Rossi durante su estancia de mes y medio en la localidad.
Otra forma en la que el arte invade las calles de Montilla es a través de convocatorias como el primer certamen de pintura rápida, convocado en 2017 al cual acudieron 135 participantes. Sus obras estuvieron expuestas en el espectacular espacio dedicado al arte del antiguo hospital de Encarnación y Remedios.
SECRETITOS DE MONTILLA:
Todo lugar con personalidad esconde pequeños secretos. Uno de ellos es una escalera que recuerda a la de otros lugares del mundo como la «nerudiana» Valparaíso. Con la campaña «Llena de vida tu escalera», llevada a cabo por el Ayuntamiento de Montilla y el colegio de educación Infantil y Primaria San Francisco Solano, se recuperó estéticamente la Cuesta de Pinillos. Hoy es uno de los lugares más sorprendentes de Montilla.
Música en Montilla
La música también tiene protagonismo en la localidad cordobesa. Desde hace años se viene celebrando el festival de jazz Montijazz, el cual, en su edición de 2017, cambiará de localización y se emplazará en el lagar los Raigones y en el patio de Bodegas Alvear, buscando una interesante combinación de dos pasiones: vino y música.
Montilla y el futuro
Lo más importante para una localidad es que, sin perder sus tradiciones y sus raíces, tenga la vista puesta en el futuro. En ese sentido, Montilla sorprende, y sorprende mucho.
Bodegas Robles
Hay que empezar con uno de los grandes protagonistas de este enfoque hacia el futuro, Bodegas Robles. El lema de esta empresa fundada en 1927 pero reconvertida en 1999, proviene del poeta estadounidense de Ralph Waldo Emerson:
«Nosotros no heredamos la tierra de nuestros antepasados, la tenemos en préstamo para nuestros descendientes».
Con esta consigna, Bodegas Robles presenta un proyecto de vino ecológico que promueve el cuidado de una tierra que es la que «me enseña cada día a mi», como dice Francisco Robles. Él es el principal culpable de la reconversión de esta bodega hacia el mundo ecológico.
Su principal argumento: que la tierra cuide de la propia tierra. ¿Cómo? Facilitando a la planta el ecosistema que necesita. Sembrando el viñedo con otras plantas, llenándolo de vida, una vida que da fertilidad a la tierra y atrae a insectos que ejercen de insecticida natural contra las plagas. De esta forma se consigue un vino libre de pesticidas y fertilizantes externos. A parte, llevan un riguroso control de las emisiones de CO2.
Como parte de esta filosofía, Bodegas Robles no se queda solo en la producción de sus valiosos vinos ecológicos Piedra Luenga ni sus productos derivados (como gelatinas y mermeladas) sino que se entremezcla con el arte a través de catas donde ilustradores plasman sus sensaciones en dibujos que pasan a formar parte de las botellas y, el más alucinante de todos, el proyecto «Sigue tu cepa» a través del cual cada cepa amadrina a una persona. De esta forma, el ahijado sigue el ciclo vital de su madrina en los diferentes momentos, conociendo cada detalle del proceso de crecimiento natural y enseñando sobre los naturales que someten al planeta (como los cambios en los ciclos de vendimia causados por el cambio climático).
Hacienda Bolonia
Siguiendo la línea de Robles, encontramos otro productor ecológico, Hacienda Bolonia. Con un lema similar sobre la eliminación de pesticidas, esta empresa «protege» sus viñedos con barreras naturales consistentes en… otras especies, como árboles frutales y hierbas aromáticas, que atraen a otros insectos y actúan de sistema de alerta. Esta empresa, a parte de la vid, también se centra en la producción de aceite de oliva virgen ecológico.
Vuelos en globo
En 2017 se comenzó a implementar una actividad de esas que todos tenemos el sueño de cumplir al menos una vez en la vida. Estoy hablando de un vuelo en globo. Esta es, quizá la actividad con la que más se puede disfrutar del bello paraje que conforman Montilla y la Campiña Sur, con sus viñedos y olivares. Una de las empresas encargada de organizar estos vuelos es TNTaventura
Ruta de las fuentes históricas de Montilla
Para mirar hacia el futuro hay que apoyarse en el pasado. Y eso se ve especialmente en la ruta por las fuentes históricas de Montilla. Con un recorrido de 11 kilómetros a través de 4 fuentes (que se amplía a 15 si se cogen desvíos para visitar otras 4 fuentes más) se puede combinar actividad física con cultura. La ruta parte del espectacular mirador de la Escuchuela, situado en el barrio más antiguo de Montilla.
Dónde comer y dormir en Montilla
Montilla cuenta con lugares muy especiales. Algunos de estos combinan la experiencia de hospedaje junto a la gastronómica. Entre ellos están:
Finca Buytrón: Finca Buytrón es un paraíso entre viñedos situado a las afueras de Montilla con un rico pasado que se remonta a época romana (como atestigua su antigua noria romana) y que coge su nombre de uno de los administradores de los Marqueses de Priego, en el S.XVI. Con diferentes tipos de habitaciones y estancias que guardan el regusto de un pasado rico en historias, en Buytrón se puede disfrutar de actividades como vendimia o cata de vinos, así como disfrutar de su piscina. Para saber más esta es su página web
Lujo Pobre nació en 2014 como un blog de moda. Desde ese comienzo, derivó a un proyecto de hospedaje y gastronomía que tiene como filosofía el valorar los pequeños buenos momentos del día a día que no suponen un gran gasto para el bolsillo. De esta forma, hoy día Lujo pobre es una boutique house, una casa de los años 30 con todo el encanto de una casa andaluza en la que se puede pernoctar y disfrutar de espectaculares comidas y catas de vino gracias a la gran sabiduría de Mai y su marido.
Otras ofertas de hospedaje son el hotel don Gonzalo y el hostal Bellido.
En cuanto a los bares y restaurantes dentro de la propia Montilla, algunos que he tenido la oportunidad de visitar son:
– Restaurante Los Arcos
– Taberna los Barriles
– Bar la Carrasquilla
– Taberna la Temporá.
¿Cuándo es el mejor momento para viajar a Montilla?
Montilla se puede visitar durante todo el año, pero el mes de mayo es uno de los más recomendables si se quiere visitar también la cercana Córdoba, donde tiene lugar la Fiesta de los Patios cordobeses y las Cruces de Mayo
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NOTA: El viaje a Montilla estuvo enclavado en el viaje de promoción turística organizado por el Ayuntamiento de Montilla bajo el nombre de #Amontíllate.
*Código ético: En este artículo existen enlaces de los cuales percibo una pequeña comisión. Debes saber que tus reservas tendrán el mismo precio e incluso en algunas ocasiones obtendrás un descuento (nunca pagarás más). De esta forma me ayudas a poder seguir contándote historias en el blog. Todas las empresas que recomiendo han sido probadas de primera mano por mí.
Que ganas de Montilla y una ruta gastronómica por la zona 😋😋
Un relato muy atractivo. Me ha conquistado. Preparo viaje para dentro,de unos días
Gracias.
Jeje, gracias Francisco, vas a disfrutar de Montilla, segurísimo
Muy buenas ideas para hacer en Montilla, me han entrado ganas de hacer una escapada!
muchas gracias Marcos, te gustará mucho Montilla!
¡Menudo fin de semana más completo!Curiosa visita a la tonelería…¡la foto es preciosa!Y casualidades de la historia, leyendo para mi último post descubrí a Garnelo, su cuadro de María Vinyals es el único que se conserva de ésta precursora del feminismo gallego así que ya tengo otro motivo para visitar Montilla 🙂
Garnelo fue una grandísima sorpresa, la verdad es que no sé cómo no lo conocía!! Un abrazote Maruu!
No sabía que podía haber tanto que ver en Córdoba y que el vino tenga un impacto tan importante.
Buenos días, el artículo me parece perfecto para resaltar y poner en valor en Montilla, pero si la idea es potenciar nuestra localidad, creo que tiene poco sentido destacar a la pintora Gissele Rossi (sin desmerecer su trabajo por supuesto), y no mencionar al artista montilla Jose Manuel Carrasco Segura, quién ha pintado el mural del centro cultural Antonio Carpio, y las mencionadas escaleras de la Cuesta del Pinillo. Los alumnos del colegio San Francisco Solano, solo colaboraron con este proyecto, pero todo el trabajo fue realizado por él.
Muchas gracias y un saludo.
Vaya ! he llegado aquí de casualidad y me he quedado atraída por la buena narración de esta publicación ! q a cumplido su cometido de sobremanera , porq ahora tengo en mi lista no perderme este pueblo ! muchas gracias !
Hola María, gracias por tu comentario, espero que disfrutes mucho de Montilla
Excelente pueblo y comarca para hacer una escapada y sumergirse en el apasionante mundo del vino. Volveremos!! 🙂
Hola, Efrén, muchas gracias por tu comentario. En efecto, es preciosa la zona.
Fantástico artículo y muy bien explicado todo. Gracias a artículos como estos, podemos acercarnos más a nuestro público y que ellos mismos puedan conocer un poco más sobre nuestros vinos típicos Montilla – Moriles. En Bacus Travel realizamos excursiones y visitas a bodegas y lugares tradicionales de la zona para dar a conocer nuestra cultura.
Totalmente de acuerdo, de hecho pude disfrutar con vosotros de la visita durante mi viaje de trabajo por Montilla (tal y como reflejo en el texto).
¡Enhorabuena por tu post! Nosotras llevamos ya más de 27 años ofreciendo servicios de Turismo en Montilla y seguimos enamoradas. Trabajamos para mostrar el alma de nuestro territorio, es decir, su paisaje, sus vinos, sus aceites, gastronomía, el saber de sus gentes y su amabilidad, creando productos de calidad que garantizan la satisfacción de nuestro cliente.
Sí, lo sé, de hecho, os menciono en el artículo, ya que en mi visita en aquel viaje a Montilla para la promoción del destino estuvismo en contacto con vosotros.