Última actualización 07/03/2022 por Dani Keral
ATENCIÓN, ESTA ENTRADA TIENE PELIGRO PUES ESTO… ESTO ES…
Asumo que esta es de esas entradas que no leerá nadie.
Cuando se ve la palabra «poética» o similares la gente sale corriendo en estampida (aunque les encantan las canciones, que son poesía en movimiento).
Efectivamente. Entre relatos, fotos extrañas, experimentos raros, calles con nombres de comida, consejos de fisio… también escribo poesía. Mucha.
Escribo de todo y entre «todo» se incluyen mis viajes, los lugares, las gentes de los lugares.
Esto es una Geografía Poética. Lugares que mi interior observa desde un punto de vista distinto a una mera descripción, donde las frases son cortas, las palabras directas y las emociones vibrantes. Creo a partir de lo que me conmueve y su forma de expresión es la poesía.
Bueno, venga, si has llegado hasta aquí… ¿lo intentas? ¿Qué más da ya? ¡¡Ya la has cagado, te has dejado embelesar por mi verborrea!! Además, puede que te lleves una sorpresa…
SAN FRANCISCO (FRISCO)
«Retumban, ardientes, los corazones
en la intensa y dormida ciudad de niebla,
erguida y altiva en sus múltiples colinas,
marchita y oxidada en sus eternas decadencias,
de décadas de sueños enloquecidos
de aquellos jóvenes con ansias libertarias,
llevados por febriles deseos de aventura,
éxito, pasión y, a veces, muerte.
Lágrimas, esperma. sudor y salitre
mezclados con alcohol, pasta y comida china,
donde un jazz rabioso y primigenio
oculta las continuas sirenas de policía
que cruzan la Sexta con Market.
Ciudad eterna de lucha y conflicto,
cuna de un héroe sin capa y con bandera,
de voz tan blanca como lo era su nombre,
gritando los derechos de una inmensa minoría,
en las vivas aceras del efervescente Castro,
armado tan solo con el voto y la palabra.
Vestigios de un tiempo
de amor, paz
y flores marchitas bajo el flujo de la clepsidra,
dejan las sombras de aquel Haight revolucionario
con el sonrojo y la vergüenza del lujo y las nuevas modas,
donde el término “hippie” es una forma más de souvenir,
dejándolo excéntrico, insípido y caduco.
En cada rincón se cuenta una nueva historia,
de esas que solo consiguen los grandes clásicos,
rezumando un color, un sonido, un aroma
a madera antigua, café solo y Bourbon con hielo.
Ciudad que viste crecer a los mitos
y morir a tantos y tantos anónimos,
nos muestras, insolente, desde tus colinas
la cara y la cruz de tu luminosa decadencia.»
Keral
(julio de 2013)
¡He sobrevivido a una poesía! 😉 Muy bonita, aunque en mi mente la leí en prosa. Jajaj 😉 Refleja tal cual lo que me imagino de la ciudad (aún no la he visitado). Un beso!
Jejejeje, es prosa poética realmente, más del tipo Benedetti o las odas de Neruda. Gracias por atreverte! Un besazo Flor!!!
¡Yo también llegué hasta el final! =) Por un momento me parecía estar metida de nuevo en el libro de ‘En el camino’ (Jack Kerouac).
¡Adelante con la poesía! ¡Un abrazo!
Yuhu!!! Gracias Sara!! Con razón te sentiste transportada… es el libro que me llevé al viaje. Lo tenía todo hiperlatente… y estar recorriendo las calles del libro y visitar la mítica libreria de San Francisco con todo o casi todo de la generación beat… Latiendo estaba Kerouac 😉
Hmm yo también he sucumbido a la verborrea y la ciudad de la luminosa decadencia. Y confieso que me ha encantado 🙂
Como sigas así, te voy a acabar retando a componer una poesía por cada ciudad que visites 😉
Un abrazo gigante
Jajajaja, interesante reto, Patri, interesante (y difícil, porque soy muy exigente con lo que escribo de poesía y no me vale cualquier cosa). Pero no te niego que es algo que me encantaría, tener tanta capacidad de componer por cada ciudad visitada.
Abrazoooote!!!