Índice de contenidos
- ¿ANTItelediario?
- Rescate en Irlanda de dos viajeros por vecinos locales tras un accidente automovilístico.
- Una anciana japonesa ofrece sus dos pies a un par de caminantes españoles.
- Dos viajeros argentinos reciben la cálida hospitalidad de Turkmenistan.
- Una familia filipina consigue llegar a su hogar gracias a la ayuda de dos viajeros.
- Dos viajeros perdidos son rescatados por dos mujeres locales.
- Una familia india acoge entre sus miembros a un viajero español.
¿ANTItelediario?
Esto no es un telediario. Esto es el mundo real, tal y como sucede día a día. Estamos acostumbrados a que nos inyecten el miedo vía televisiva, pero el mundo real no es todo lo que nos cuentan.
He reunido a varios blogs viajeros y los he convertido en reporteros para que muestren, directamente desde sus ojos, la parte que nunca se cuenta del mundo y separarlo de ese otro repleto de miedo y atrocidades que nos transmiten siempre los grandes medios en la sección de sucesos.
Con todos ustedes, el mundo.
Rescate en Irlanda de dos viajeros por vecinos locales tras un accidente automovilístico.
Sara y JAAC, enviados especiales a Irlanda.
Hace pocas horas sucedió un accidente automovilístico en una de las carreteras secundarias de la península de Connemara. Los accidentados fueron pareja de blogueros de viaje españoles que se encontraban, como ellos mismos nos cuentan, en viaje de trabajo. El vehículo sufrió un aparatoso reventón en una de las ruedas delanteras pero consiguieron controlar el vehículo sin mayores incidentes personales.
Inmovilizados y casi aislados en mitad de la campiña irlandesa, se encontraron con la inesperada ayuda de uno de los ciudadanos locales
Jim, un vecino de una casa de los alrededores, salió a ayudar con un gato, que sacó de su garaje, para poder levantar el coche cómodamente, al tiempo que se erigía en maestro de operaciones.
Una vez cambiada la rueda, el héroe inesperado les ofreció su casa para poder asearse y tomar algo de comida.
El buen samaritano se despidió de los blogueros ungiéndoles con agua bendita que tenía en un pequeño cuenco colgado en la pared.
Con la rueda cambiada y bendecidos, siguieron su camino por las carreteras irlandesas sin más incidentes.
Una anciana japonesa ofrece sus dos pies a un par de caminantes españoles.
Lucía Sánchez y Ruben Señor. Corresponsales en Osaka (Japón).
A las 11 de la mañana, hora japonesa, L. y R. un par de españoles viajeros recibieron una sorprendente ayuda.
La pareja se encontraba en las cercanías del castillo de Himeji, uno de las principales atracciones turísticas del país.
Ambos habían dejado sus mochilas desprotegidas mientras hacían una visita por el exterior del castillo.
Al ver que un grupo de gente estaba junto a ellas se apresuraron a acercarse, descubriendo que era un grupo de mujeres de avanzada edad. Estas comenzaron a interesarse por los viajeros y, tras contarle sus planes de alcanzar Sapporo por tierra desde Fukuoka, lugar del que venían, se encontraron entonces con una inesperada respuesta.
Una de las mujeres introdujo de pronto su mano en la bolsa que llevaba y sacó un colgante: unos pies de Buda.
Este amuleto, según nos relata L. , fue un regalo que la madre de la japonesa le hizo muchos años atrás. De pronto, para su inmensa sorpresa, la mujer tomó su mano y se lo puso entre sus dedos.
Conteniendo la emoción, L recibió la explicación de la mujer: se trataba de un amuleto que cuida de la salud de los pies y que procede de la isla de los 88 templos, Shikoku, y quería que ahora protegiese los pies de aquella mujer española. – “Strong feet” me decía la señora con sus dos palabritas de inglés mientras me agarraba la mano – comentaba L, con palpable emoción.
Pero la historia depara aun un final más enigmático, pues L, tras guardar el precioso amuleto con su mente puesta en aquella misteriosa isla, al darse la vuelta para preguntarle por ella, se dio cuenta de que la mujer había desaparecido.
Dos viajeros argentinos reciben la cálida hospitalidad de Turkmenistan.
Flor Vallejo. Corresponsal en Turkmenistán.
El video habla por sí solo. En la noche de ayer un par de viajeros argentinos experimentaron la cálida locura turkmena.
F y J, una pareja argentina que está realizando un largo viaje por tierras asiáticas se encontraron atravesando la frontera entre Uzbekistán y Turkmenistan a la altura de Dashoguz. Alcanzaron dicha ciudad a una hora avanzada de la tarde sin dólares en el bolsillo, la única moneda que aceptaban los hoteles del lugar. Debido al restraso en su llegada, perdieron el autobús que les llevaba hasta la siguiente ciudad y se encontraron con que quizá no iban a encontrar un lugar en el que hospedarse.
Fue en un supermercado donde les llegó la solución inesperada.
Una pareja de chicos de unos 20 años, según relatan los dos viajeros, se acercaron a ofrecerles ayuda. Tras ver la situación, el joven les ofreció pernoctar en su piso, que en ese momento lo tenía libre y tras acomodarse, empezó la locura.
Uno a uno, los amigos de los jóvenes turkmenos fueron apareciendo para saludar a los dos visitantes, para los que cocinaron varios platos típicos de la zona.
Pero la fiesta no hizo más que empezar, porque los padres y tíos del chico de la casa llegaron de forma inesperada y, viendo la situación, se apresuraron a traer bebidas espirituosas locales e instrumentos con la que la fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada, con salvajes cantos tradicionales, como muestran las imágenes del vídeo.
Una familia filipina consigue llegar a su hogar gracias a la ayuda de dos viajeros.
Luis de Yrisarri, corresponsal en Manila.
Ha sucedido en la mañana de hoy. Un par de viajeros ayudaron a alcanzar su ciudad a una familia filipina.
El hecho ocurrió en el trayecto de autobús con dirección a Kalibo, una pequeña ciudad de Filipinas.
Tras observar cómo el conductor , tras una larga conversación, obligaba a bajar del autobús a una señora mayor con dos niñas pequeñas y de que otra niña que viajaba también en el autobús les explicase que era porque no reunían el dinero suficiente (80 pesos, unos 1,30 euros), decidieron parar el autobús y pagar a las tres el pasaje.
La mujer mayor, de unos 70 años, según comenta la pareja de viajeros, les explicó, que necesitaban llegar a un pueblo que está más allá de Kalibo y que no tenían apenas dinero para alcanzarlo.
Los viajeros, entonces, decidieron darle a la mujer y las dos niñas el precio del importe del transporte hasta su pueblo.
La respuesta de la mujer fue inmediata, profundas lágrimas de gratitud acudieron a sus ojos invitándoles a acompañarles donde se dirigía para prepararles lo que pudiese en su casa.
La pareja, declinando tal ofrecimiento, continuó hasta su destino, despidiéndose de la entrañable familia que se encaminó hacia el bus que les llevaría hasta su destino.
Dos viajeros perdidos son rescatados por dos mujeres locales.
Letizia Casetta, corresponsal en Bosnia y Herzegovina.
Hace pocas horas, una pareja que se encontraba en problemas para intentar descifrar el horario del autobús que les llevaría hasta el pequeño pueblo de Blagaj, en las inmediaciones de Mostar, se encontró con la ayuda de dos mujeres del lugar, de nacionalidades bosniaca y turca.
“Las dos Fátimas”, como les denomiraron ellos mismos, se encontraron con la pareja en evidentes apuros y se apresuraron a ayudar a los dos viajeros que necesitaban conocer el horario para llegar a su destino.
Depués, lo que sucedió fue algo totalmente inesperado.
El grupo acabó compartiendo el día juntos, descubriendo las aguas de una fuente mágica, visitando un monasterio local y compartiendo un cevapi local para la comida.
Una situación de incómoda desorientación acabó dando lugar a un profundo encuentro y unión de culturas, separadas por varios cientos de kilómetros pero unidas por una misma pasión.
Una familia india acoge entre sus miembros a un viajero español.
Dani Keral, corresponsal en India.
En la noche de ayer una humilde familia de la ciudad de Mathura abrió sus puertas a un desconocido y lo convirtió en un integrante más.
Un viajero español, que acababa de llegar a la ciudad sagrada en mitad de la noche debido a un retraso en el tren, se encontró con que todos los alojamientos estaban llenos debido a la celebración del la festividad del dios Krishna.
Sin saber muy bien qué hacer, optó por preguntar a una joven mujer. Esta, viendo la situación, se apresuró a montar con él en un auto rickshaw y le acompaño a buscar algún alojamiento en algún pequeño hostal. Al ver la imposibilidad de encontrar nada, decidió ofrecerle quedarse en casa de unos familiares, que se encontraba a las afueras de la ciudad.
La chica que, según nos comenta el viajero, nunca había entablado conversación o contacto alguno con ningún extranjero , se dirigía a otro lugar más alejado, pero al final también se quedó a pernoctar en casa de sus familiares.
Ya en la casa, los 8 integrantes de la casa le invitaron a comida y bebida, y le hicieron una entrega simbólica de un amuleto que solo se entrega a los hermanos varones de cada familia. Al día siguiente lo despidieron dejándole en la estación, para que continuara su viaje por tierras indias.
ste ANTItelediario continuará existiendo con la ayuda de los que queráis colaborar con él. Si os gusta la idea, mandadme vuestras historias a través de la hoja de contacto del blog y así podremos crear las siguientes ediciones . Recordad, historias que hablen de ese mundo que no se ve nunca en las noticias.
Gracias a Algo que recordar, Salta Conmigo, la Ruta del Mate, Viajes por el Mundo y Mochileando por el Mundo por ser mis corresponsales en esta primera edición. Mostremos cómo se mueve el mundo.
Me ha encantado la idea!!! Muy creativo 😉
Un saludo
Gracias Marta! Me alegro de que haya gustado!! Ya sabes, si quieres colaborar con el ANTI telediario… bienvenida!!
Muy buena idea! Tenemos que mostrar el mundo desde los ojos de los viajeros!
No conocíamos el blog, acá nos sumamos!
Abrazos!
Lucas y Ludmila
Hola chicos!!! Muchas gracias por asomaros a mi rincón!!! Si tenéis alguna historia del estilo de las que me han mandado mis primeros corresponsales, mandadla sin dudar!!
Un abrazote!!!