viajar, biajar y VIAJAR (o cómo me desenchufé de Matrix)

Última actualización 27/09/2017 por Dani Keral

Psssst. ¿Te cuento un secreto? viajar, biajar y VIAJAR (o cómo me desenchufé de Matrix)

En el área 51 (sí, ese lugar hipermegasecreto de Estados Unidos al que Will Smith llega, como quien va a comprar el pan, con un extraterrestre metido en un paracaídas)  guardan con recelo el mayor y más mortífero secreto, el cual haría tambalearse los pilares del orden mundial actual. 

Hay….

…tres formas de viajar.

– ¿Y tanto rollo  pa eso?

Espeeeera, espeeeera…

Todos pasamos por la primera, la mayoría nos adentramos en la segunda y, de forma alarmante, solo unos poquitos acaban experimentando la tercera.

“viajar”:

¿Quién no ha planeado una escapada de fin de semana a ese lugar cercano  que se tenía tantas ganas de conocer?
¿Quién no ha “arrejuntado” días para poder visitar esa otra ciudad que estaba lo suficientemente lejos como para tomar un avión pero lo suficientemente cerca como para no tirarse medio viaje encerrado como una sardina (no voy a citar nombre de aerolínea) ?_DSC1141
¿Quién, incluso, ha reunido todos los días de vacaciones del año para exprimir aquel país lejano que se soñaba con visitar?
Eso es “viajar” y lo hacemos todos, incluso, sin quererlo: por la boda de aquel primo que no ves en años, por ir a ver a tu madre a Granada, por trabajo… todo eso entra en este viajar, donde llegamos, extenuados de horas de tren, bus, avión o coche con la media sensación de placer por la geografía recorrida mezclada con el bajón por tener que levantarte al día siguiente para volver a la rutina sin poder macerar la experiencia.
Es aquí cuando, alcanzado un nivel de masa crítica de viajes y viajes repetidos con esa sensación en tu interior, la “V” se va cambiando por “B”…

…y se llega al “biajar”:

Llevas tiempo trabajando. Has podido disfrutar, al igual que el resto de tu gente, de unos días de descanso y disfrute de lo que, realmente (no nos engañemos),  te hace feliz en la vida: tu tiempo libre. Y has viajado, porque te gusta viajar. Pero notas que te sabe a poco. Cada vez más y más a poco.
“Estás día tras día trabajando. ¿Para qué? Para 15 tristes días de vacaciones en agosto , en los que te vas muuuuy lejos para olvidarte de todo el tiempo que has trabajado “.

Y aparece en tu mente la pregunta… ¿Qué es lo que está pasando? Lo que creías que era viajar ya no es lo mismo, te encuentras con que ahí fuera hay un mundo inmenso por conocer y ni en todos los días de vacaciones que te queden de vida podrás abarcarlo, exceptuando ese bonito globo terráqueo que tienes en tu escritorio y que miras cada día con cara melancólica. Y te das cuenta de que lo que harás a partir de ese momento será… estar biajando.[Sin nombre3

Y llega la temible duda. Sabes cuál es la respuesta. Lo sabes. Solo hay una forma de corregir la palabra. Decirla bien ALTO.
…pero algunos se mueren de miedo solo con pensarlo.

Así que los que no se atreven a alzar la voz, regresan, resignados, a la primera forma. A viajar, pero en bajito, en minúscula, sabiendo, en el fondo, que esa ya no les vale tanto, que están conspirando contra sus propios sueños. Pero, por desgracia, es lo único que permite su mundo. Lindo autoengaño.

Pero también están los que sí se atreven. Y sí, esos sí, acaban haciéndolo, acaban… “VIAJANDO”.

Y mientras van acumulando la capacidad de hacer ese «algo» imposible, van alimentando su ansia de experiencia planetaria  acudiendo a charlas y alojando a «couchsurfers» , que van llenando las  paredes  de frases que  resumen lo que el corazón no se atrevía a decir.

[Sin nombre]
Y, finalmente, lo hacen.

Y es como entrar en una cuarta dimensión. De tanto espacio como tienes, no sabes, al principio, cómo moverte. Has roto con las ligaduras, has decidido dedicarle todo el pan a tus sueños, a tus placeres, a tus deseos… y no solo las últimas migajas.keri
Pero no todo es fácil. El mundo no está preparado para aceptar a gente como tú. Eres el “envidiado bicho raro”. El que la gente mira con esa mezcla de asombro, admiración y rechazo. Y te das cuenta de que hay muchas cosas que hacer, deshacer y romper para eso que estás planeando. La máquina no está preparada para que alguien se desenchufe de Matrix y conlleva unos arduos preparativos. Deshacerte de cosas, cortar suministros, despedirte temporalmente de lo que es tener un “trabajo”, comprimir tu casa para que esta, por primera vez en tu vida, ocupe menos que tú mismo, leer sobre cosas que nunca sabrías que necesitarías, enterarte de cosas que no sabías ni que existían…
Una extraña sensación de vértigo se apodera de ti conforme preparas y se acerca el día “V”. Te toca salir a escena, es el gran estreno, es tu oportunidad de demostrarle a tu VIDA que puedes hacer el papel de tu vida.
Notas que estás entrando hasta el punto más profundo de Mátrix, que estás boicoteándolo desde sus tripas y que pasas a ser tú el que toma el control del sistema.
Y lo mejor de todo es que, esta vez, son tus sueños los que están conspirando contigo.

Dani Keral

Redactor y fotógrafo en revistas Yorokobu , Revista Salvaje y Condé Nast Traveler ◆ Ganador en 2023 del I Premio Nacional de Periodismo en el Medio Rural Ainhoa Camino ◆ Finalista, en 2022, del XXXV Premio de Periodismo Turístico Mañé i Flaquer ◆ Premio Internacional de Comunicación Turística 2017 al mejor blog revelación de viajes ◆ Creador del podcast El Vuelo Sonoro de Radio Viajera ◆ Más info en mi perfil de LinkedIn

5 comentarios en «viajar, biajar y VIAJAR (o cómo me desenchufé de Matrix)»

    • ¡Muchas gracias Alex! La verdad es que cuando descubres que hay todo eso ahí fuera… lo menos que hay que hacer es intentar ver si está hecho para ti.

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  1. ¡Un artículo genial! Sin duda el mundo es inmenso y con suficiente fuerza de voluntad se pueden hacer infinidad de cosas increibles que mucha gente ni se plantea. No hay que dejarse limitar por lo que el sistema o la sociedad te dice que deberías hacer. Viajar en serio es una experiencia enriquecedora que ayuda a abrir la mente de uno.

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    • Que alegría y placer leer palabritas como estas, Dani!!!! Contagiarse por este bichito viajero es de las mejores cosas, y de eso Sonia y tu también sabéis mucho. Un abrazote!!!

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