Última actualización 20/07/2021 por Dani Keral
Tokio es un ente gigantesco que se mueve solo.
Cuando leí algo sobre el concepto de Ciudades Alfa (leer más en este link), me atrajo la idea de visitarlas. Tokio, por razones obvias, iba a ser la próxima.
Esta ciudad es una especie de Godzilla, como ese que se asoma entre los edificios de Kabukicho… (no voy a poner foto, os dejo con la intriga).
Recorrer las brillantes calles de luces cegadoras de Shinjuku en cualquiera de sus animadas noches solo es una de las atracciones de esta ciudad-mastodonte.
Millones y millones de rincones se extienden desde su archipoblado y megafamoso cruce de Shibuya.
Pasando por los pequeños bares de sushi de Tsukiji market
Incluso yo me sorprendo pasando media hora en una calle hipercomercial (las detesto, a muerte) como Takeshita solo por ver las diferentes formas de cada uno de los maniquíes… Daban ganas de llevarse uno, más que la ropa que llevaban.
En ciudades como estas, tu mente pide lugares elevados para poder admirarla… y afortunadamente, de eso tampoco falta… como el gratuito y espectacular mirador situado en la Sede del Gobierno Metropolitano de Tokio.
Pero esta ciudad, a parte, tiene otra de las peculiaridades de las grandes ciudades. Puedes encontrar absolutamente de todo:
Desde perros-yoda
Hasta hombres calamar.
Pero aun así hay más…
La noche, una noche con múltiples focos de fiesta, como el ya mencionado barrio de Kabukicho, el barrio rojo tokiota,
Y ya que se está de fiesta se puede ir, directamente de empalmada, a la subasta de pescado en la famosa lonja de Tokio, el mercado de pescado más grande el planeta, (abre en dos turnos, 5:25 y 5:50 y solo pueden entrar 120 personas, 60 por turno.)
Pero sin duda, la magia de Tokio, para mi, pese a sus bestiales dimensiones, es callejearla, andarla por todos sus rincones. Descubrir, interconectar los barrios y calles hipercomerciales con las zonas más tranquilas y tradicionales, ver como fluye, en forma de oleadas, como se mueve y varía como un mar agitado.
Tokio es nada y Tokio es todo. Si la quieres abarcar con un solo brazo, no puedes, tienes que hacerlo en dosis, en pequeñas tandas.
Después es Tokio la que se encarga de montar en tu cerebro toda la trama.
Tecnología punta japonesa… y si no me crees…
Tokyo… Ciudad a la que tengo muchas ganas, creo que fotográficamente tiene muchísimas posibilidades. Algún día caerá. Sigue disfrutando
No es la ciudad más bonita ni la que más me ha impactado… pero es divertida, enormemente divertida 🙂
Sigo, sigo, 🙂
Perros yodaaaa!!!!!